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Cuidado con los apoderamientos en las empresas: la existencia de un administrador no impide que un apoderado pueda ser declarado responsable de las deudas de la sociedad.

 

reminder on payments under creditsToque de atención a los apoderados.

Queremos en este artículo llamar la atención de los apoderados de empresas pues sigue existiendo un gran desconocimiento sobre los riesgos que conlleva el desempeño de este cargo.  Seguimos percibiendo que son muchos los apoderados que, amparados en la existencia de un administrador, se creen protegidos y desconocen que pueden ser declarados, junto a estos administradores, responsables de las deudas de la sociedad.

 

 

Máximo riesgo: apoderado general.

Los poderes que otorgan los administradores pueden ser de varios tipos, nos referiremos aquí a aquellos poderes generales que contienen amplias facultades para contratar y actuar en nombre de la empresa.

En algunos casos estos poderes se otorgan por administradores a favor de gerentes u otras personas que ni siquiera son socios de la empresa.

Estos apoderados, si ejercitan su cargo de forma poco diligente, están expuestos a ser declarados responsables a título personal de las deudas de la sociedad, en las mismas situaciones y condiciones que los administradores.

Alguna de estas situaciones más frecuentes, y que son plenamente aplicables a los apoderados, ya fueron tratadas en el artículo “Sr Administrador pase por caja” (leer artículo)

 

Administrador de hecho.

La Legislación mercantil prevé que se puedan derivar las deudas de la sociedad tanto a los administradores de derecho como de hecho cuando se cumplan ciertos requisitos.  Uno de los casos más claros de administrador de hecho es aquella persona que en la práctica dirige y gestiona la empresa al amparo de un poder general.

Es decir, se entiende como administrador de hecho al apoderado que ejerce un poder de dirección similar al de un verdadero administrador.

En estos casos, si vienen mal dadas, el apoderado no podrá eludir su responsabilidad en base a que existe un administrador que es quien representa a la sociedad y tiene todas las facultades de decisión.

Es más, si la empresa terminara en concurso, se decidirá en la tramitación del procedimiento sobre la posible responsabilidad tanto de los administradores como de los apoderados.

Conclusión: si Ud. es apoderado de una empresa que atraviesa dificultades, por su seguridad, debería contar con un buen asesoramiento jurídico.