Los motivos para desheredar a un hijo soy muy excepcionales pero las últimas sentencias parecen abrir la puerta a los maltratos emocionales…
Por doloroso que sea, un padre no puede desheredar a un hijo por una falta de cariño o afecto prolongada en el tiempo. Tampoco puede hacerlo por no compartir su forma de vida o por no aceptar a su cónyuge o pareja.
Desheredar a un hijo: misión casi imposible.
La Ley solo permite desheredar a un hijo en casos muy excepcionales y graves:
- Cuando el hijo niegue alimentos al padre que se encuentre en una situación de necesidad, entendiendo por alimentos lo imprescindible para que pueda vivir.
- Cuando el hijo haya atentado contra la vida del padre o su familia, o lo hubiere maltratado o injuriado gravemente.
- Cuando el hijo hubiera acusado falsamente de delito al padre.
- El hijo que, con amenaza, fraude o violencia, obligare al padre a hacer testamento o a cambiarlo, o le impidiera hacer otro testamento.
La excepción a la regla general: el abandono o maltrato psicológico.
La falta de afecto o el abandono sentimental a un padre no son causa suficiente de desheredación. Sin embargo, el Tribunal Supremo en una sentencia reciente ha considerado como justa causa de desheredación el maltrato psicológico.
El caso resuelto por el Tribunal se trataba de un hijo que se desentendió de un padre enfermo, por quien no se interesó durante su enfermedad, llegando a despreciarle.
Para que pueda justificar una desheredación no basta un maltrato psicológico cualquiera sino que debe ser grave y prolongado en el tiempo.
Subtítulo: Consecuencias de desheredación de un hijo
Si el desheredado tiene hijos, estos ocuparán la posición del desheredado, es decir tendrán derecho a la legítima. La herencia en este caso saltará una generación e irá a parar a manos de los nietos del testador