Sólo el 10% de las empresas familiares sobreviven dos generaciones. El protocolo familiar te ayuda a planificar mejor la sucesión en la empresa.
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¿Por qué un protocolo familiar?
Coloquialmente podemos definir el protocolo familiar como el instrumento que marca las reglas de juego entre familia y empresa. Se trata de un documento abierto con el que la familia va trabajando a lo largo de los años, de modo que no sólo va actualizándose y adaptándose a las necesidades de cada momento, sino que establece entre todos sus miembros una cultura y una práctica de profundización, diálogo y entendimiento que es la auténtica base y garantía de la armonía presente y futura.
Las reglas de juego.
Los protocolos familiares pueden tratar temas de muy diversa índole entre los que destacamos los siguientes:
- Declaración de los principios, valores y objetivos de la familia.
- La forma en que los miembros de la familia acceden a puestos de trabajo en la empresa.
- La retribución a los empleados familiares (especialmente a los directivos).
- Las reglas de compraventa de acciones, pactos de sindicación, método de valoración, prohibición de venta a no familiares.
- Establecimiento de los foros de comunicación formales de la familia (consejo de familia y reuniones familiares).
- Reglas o recomendaciones para la resolución de conflictos.
- Estrategia de formación de los familiares y accionistas.
Lo importante del protocolo no es tanto el documento en sí como el proceso por el que se llega a él. Nos gusta poner el énfasis en las reuniones, el diálogo, la toma en consideración de todas las posturas para así llegar a una conclusión por consenso que es la que se plasma en el documento final que recoge la voluntad consensuada de la totalidad de los miembros de la familia clave imprescindible para la continuidad de la empresa.
