Las grandes empresas impondrán a sus proveedores la implantación de políticas de prevención de delitos.
Las grandes corporaciones de este país fueron las primeras en implantar programas de prevención de delitos, a raíz de la modificación del Código Penal que creaba la figura de la responsabilidad penal de la empresa, la cual hemos comentado en anteriores post.
Mediante estas políticas preventivas se pretende reducir el riesgo de comisión de delitos e implantar una cultura empresarial basada en la ética.
Importantes sanciones:
Como venimos alertando, aquella empresa que no tenga un programa eficaz de prevención de delitos podrá ser sancionada por delitos cometidos por sus representantes legales, directivos o trabajadores en el ámbito de su actividad. La sanciones van desde multas económicas hasta disoluciones y cierres de empresa, pasando por pérdidas de subvenciones y ayudas públicas, suspensiones temporales de actividad, etc.
Los expertos opinan:
Según los especialistas, en breve esta política de cumplimiento se aplicará también a los proveedores de estas compañías, que a su vez suelen ser pequeñas empresas.
En un principio, se les exigirán medidas aisladas como políticas anticorrupción, código ético, política de confidencialidad a sus trabajadores, etc lo que inevitablemente será la antesala a un programa de prevención de delitos.
Sucederá de forma parecida a lo acontecido en su día con otras materias novedades como protección de datos o riesgos laborales… las empresas pequeñas con el tiempo se dieron cuenta de que, a pesar de su tamaño, debían cumplir con todas estas cuestiones y lo mismo sucederá en esta materia.
Empresa responsable:
Así pues, la empresa, con independencia de su tamaño y actividad, debe ser consciente de la necesidad de empezar a plantearse estas cuestiones.
La implantación de un programa de prevención de delitos no solo permitirá trabajar con grandes corporaciones, proyectando una mejor imagen exterior, sino que aportará seguridad y mejora en la organización interna.