Muchos de nosotros tenemos conocidos que estos días nos comentan la faena que les ha causado Ryanair cancelando sus vuelos sin previo aviso. En otras ocasiones nosotros mismos hemos podido ser involuntarios protagonistas de estas situaciones. Este escenario no es exclusivo de este momento aunque ahora esté en boca de todos tras los más de 2.000 vuelos suprimidos por la compañía irlandesa de bajo coste.
Como es habitual, poca información se facilita desde la empresa a los afectados, pero, como usuarios perjudicados, es conveniente saber que se puede reclamar a la compañía por el agravio infligido en base al Reglamento comunitario 261/2004, que reconoce el derecho de los pasajeros a una compensación. En él se contemplan diferentes importes compensatorios, de hasta 600 euros, en función de la distancia del vuelo y dependiendo de la antelación del aviso de cancelación.
Esta reclamación de la compensación hay que realizarla directamente a la compañía. En caso de que no ésta no cumpliera con su obligación compensando al pasajero, habría que reiterar la reclamación ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, organismo con competencia para emitir informes sobre compensaciones en caso de cancelaciones y retrasos de vuelos.
Pero estas no son las únicas acciones que pueden realizar los pasajeros, ya que también se podrá reclamar una indemnización por el daño moral causado por esta cancelación, algo que resulta amparado por una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de 13 de octubre de 2011, que, resolviendo una cuestión planteada por un Juzgado de Primera Instancia de Pontevedra, señaló que el perjuicio causado puede ser de naturaleza moral, no sólo material. En España ha habido varias sentencias en esta línea, que condenan a diferentes compañías a indemnizar el daño moral causado por cancelaciones, retrasos o incluso por pérdidas de equipaje.
Así que, si no ha podido asistir a la boda de un familiar, disfrutar de sus vacaciones o visitar a un amigo, puede emprender acciones legales para ser indemnizado también por este daño moral.