El origen del micromecenazgo se sitúa oficialmente a finales de los años 1990, cuando un grupo musical obtuvo donaciones con las que consiguió financiar su gira por Estados Unidos. Surgen así nuevos sistemas de financiación para emprendedores, denominados micromecenazgo, crowdfunding, financiación masiva, entre otros nombres, todos ellos orientados a favorecer la puesta en marcha de nuevos proyectos.
El crowdfunding es un sistema de desintermediación financiera que pone en contacto a promotores de proyectos con inversores. Los emprendedores demandan fondos para el desarrollo de una idea, normalmente en una red de financiación colectiva a través de Internet y los inversores deciden financiar el proyecto de modo altruista o a cambio de una contraprestación.
Los motivos más habituales por los que los inversores deciden emprender una acción de financiación para emprendedores, pueden agruparse en las siguientes categorías:
El crowdfunding es, como hemos dicho, un mecanismo masivo de financiación para emprendedores que puede aplicarse a los más diversos sectores. Los más frecuentes son los siguientes tipos:
El funcionamiento del micromecenazgo depende de la intención y elección del emprendedor o demandante de financiación. Con todo, el modelo general suele ser el que explicamos a continuación.
El emprendedor confecciona un proyecto que plasme su idea empresarial de modo completo, importe solicitado, mercado de referencia, plazo de desarrollo e implantación, etc., Posteriormente, lo envía a una plataforma de micromecenazgo, normalmente online, para ser reconocido como solicitante de financiación.
La seriedad y el valor del proyecto se analizan por la plataforma de mecenazgo. Esta lo publica, especificando al candidato a la financiación quién es el promotor y el tiempo del que dispone para invertir. Durante este tiempo, el solicitante de financiación debe, como es lógico, promocionar el proyecto al máximo por todos los medios.
Transcurrido el plazo de inversión, se cierra el proyecto de manera que la petición de financiación tiene una duración predeterminada.
Pueden ser muy variadas las causas por lo que un proyecto empresarial resulta atractivo a los inversores. Dos factores que influyen notablemente son la pasión y motivación por el proyecto del emprendedor. También es importante la forma de transmitir su idea. Por ejemplo, ilustrarlo con un vídeo viral en Internet obtendrá una enorme repercusión y mayores posibilidades de obtener la financiación.
Para reforzar la idea de la excelencia del producto es recomendable construir un prototipo que ponga en valor sus virtudes. Por ejemplo, incluir testimonios de expertos o usuarios que evidencien las ventajas del mismo.
Las ventajas de este sistema de masiva financiación para emprendedores son precisamente que una pluralidad de inversores, con pequeñas aportaciones de capital, puede dar el soporte económico necesario al promotor para la materialización y desarrollo de una idea empresarial.
Estos mismos inversores se convertirán seguramente en los primeros clientes del producto, colaborando de modo activo al éxito del proyecto.
El riesgo que advierten los detractores del micromecenazgo es que la divulgación del proyecto que se encuentre en una fase inicial de su desarrollo expone al promotor creativo a que su idea sea copiada por otras empresas, que teniendo mayores recursos económicos pudieran terminar antes el producto y obtener una ventaja competitiva.
Javier Bejerano Gómez
CARUNCHO, TOME & JUDEL, socios de Hispajuris
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